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lunes, 9 de mayo de 2011

DESIERTO DE JUDEA -JERUSALÉN



Al atardecer abandonamos el Jordán y seguimos nuestro viaje hacia Jerusalén. En nuestro camino dejamos atrás Jericó y en el desierto de Judea nos encontramos con auténticos Beduinos, personas que aún vagan por el desierto junto a sus rebaños en busca de alimento.





No pudimos entrar a Jericó ya que nos dijeron que era una zona peligrosa debido al conflicto de Israel con Palestina. Tuvimos que dejarlo para otra ocasión, quizás cuando la guerra acabe.

JERUSALÉN



Jerusalén… solo podría definirla como La ciudad de la FE. Punto de unión de tres grandes religiones, Jerusalén es sin duda la casa de dios. A pesar de estar atestada de iglesias, sinagogas y mezquitas su población (mayoritariamente judíos) vive en armonía.
La ciudad antigua o amurallada se divide en 4 barrios: el musulmán, el armenio, el cristiano y el judío.
En cada uno de ellos hay un ambiente diferente y muy bien delimitado por el ejército israelí. Vale la pena perderse en sus laberínticas calles llenas de aromas y colores por no hablar de los miles de bazares que en ellas encontrareis.

Para disfrutar de una buena shisha (pipa de agua) en la ciudad vieja de Jerusalén, podéis hacerlo en el Grand bar. Un lugar acogedor y con muy buen ambiente.



Si queréis recorrer la ciudad vieja de noche, lo mejor que podéis hacer es empezar desde la puerta de Jaifa y terminar en el muro de las lamentaciones. Pasear por la ciudad amurallada en la noche es toda una experiencia.





Via dolorosa

A la mañana siguiente nos levantamos dispuestos a explorar la ciudad. Empezamos por la vía dolorosa.

A esta vía se le llama dolorosa porque es el supuesto recorrido que hizo Jesús de Nazaret antes de ser clavado en la cruz. Aunque en el presente se sabe que el pavimento original se halla a 20metros por debajo del nivel actual, el camino de la vía dolorosa es visitado cada año por millones de personas que rememoran los últimos momentos del hijo del hombre.

Consta de 14 estaciones o paradas:

1-Iglesia de la flagelación: Jesús es condenado a muerte.

2-Iglesia de la condenación: Jesús carga con la cruz a cuestas.

3 - 4 Iglesia de nuestra señora de los espasmos: Jesús cae por primera vez – Jesús encuentra a su madre.

5- Vía dolorosa: El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz.

6- Iglesia de Santa Verónica: La Verónica enjuaga el rostro de Jesús.

7- Monasterio Ortodoxo Etíope: Jesús cae por segunda vez.

8- Patriarcado copto: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.

9- Monasterio copto: Jesús cae por tercera vez.

10- Iglesia del Santo Sepulcro: Jesús es despojado de sus vestiduras.

11- Iglesia del Santo Sepulcro: Jesús es clavado en la cruz.

12- Iglesia del Santo Sepulcro: Jesús muere en la cruz.

13- Iglesia del Santo Sepulcro: Jesús es bajado de la cruz.

14- Iglesia del Santo Sepulcro: Jesús es sepultado.





Santo Sepulcro

El Santo Sepulcro es ni más ni menos que la supuesta tumba donde resucito Jesús de Nazaret. En este lugar encontrareis desde la piedra donde fue depositado el cadáver del galileo cuando la bajaron de la cruz, hasta el sepulcro como tal. Además posen un pedazo de la roca que formaba parte de la puerta circular que cubría la entrada de la tumba y que en el momento de la resurrección se abrió misteriosamente.




Sepulcro

Monte Calvario original

Pedazo de roca que cumbria el sepulcro

Piedra donde dipositaron a Jesús

Tumba del Jardín

La tumba del jardín es una sepultura en Jerusalén que se cree la tumba de Jesús de Nazaret por los cristianos anglicanos y otros grupos menos numerosos. Se encuentra al norte de la Puerta de Damasco, algo alejada del casco antiguo de Jerusalén. Tal sala, de tiempo de los romanos, se realizó desde un acantilado varios metros más alto. Hoy en día está rodeada de un jardín bastante cuidado, el cual es considerado por muchos visitantes de Jerusalén como lugar de paz y tranquilidad.





Sobre la puerta de la Tumba Jardín hay un cartel que dice:
“Él no está aquí porque ha resucitado”


Muro de las lamentaciones


Este lugar es el sitio más sagrado del judaísmo. Es el último vestigio del Templo de Jerusalén, el edificio más sagrado del judaísmo. Los restos que aún quedan datan de la época de Herodes el Grande, quien mandó construir grandes muros de contención alrededor del Monte Moriá, en el año 37 a.C. ampliando la pequeña explanada sobre la cual fueron edificados el Primer y el Segundo Templo de Jerusalén, formando lo que hoy se conoce como la Explanada de las Mezquitas (por la tradición musulmana) o Explanada del Templo (por la tradición judeocristiana). Además, el Muro es el lugar más cercano al sancta sanctorum o lugar santísimo.

Lo primero que nos encontramos al llegar al muro de las lamentaciones fue literalmente un mar de personas vestidas con sombrero y traje negros. Eran judíos ortodoxos, quienes sin parar de balancearse recitaban salmos de la tora.



Es un lugar en el que la fe toma verdadera importancia para millones de personas, que vienen de todas partes del mundo. Es tradición que cada individuo deje su petición u oración en un papelito que seguidamente es introducido por las ranuras del muro.



Entre los rezos de los judíos se incluyen las fervientes súplicas a Dios para que vuelva a la tierra de Israel, el retorno de todos los exiliados judíos, la reconstrucción del templo (el tercero), y la llegada de la era mesiánica con la venida del mesías judío.

Hay dos zonas de rezo bien delimitadas, la de los hombre (la más grande) y la de las mujeres.




En el caso de los hombres para poder acceder hasta el muro hay que cubrirse la cabeza con la Kipá (es una pequeña gorra ritual empleada para cubrir parcialmente la cabeza). Además en la parte izquierda del muro se halla un túnel con una gran biblioteca donde encontré a miles de hombres judíos rezando una y otra vez.


Judíos Ortodoxos

Biblioteca

La zona derecha del muro está destinada a las mujeres, las cuales se han de cubrir los brazos y los hombros si quieren acceder a dicha zona. Aquí también encontramos a miles de hebreas rogando y rezando a Dios.

Zona de Mujeres


Huerto de Getsemaní




¡ Salve Rabí !, y le besó...

Estas palabras fueron recitadas en este lugar hace dos mil años por Judas Iscariote, cuando en un acto de codicia y venganza entrego al Hijo del Hombre a las autoridades romanas para su ajusticiamiento.

Getsemaní está ubicado en la base del Monte de los Olivos, dentro de la ciudad de Jerusalén. Cerca del jardín se encuentra la Iglesia de todas las naciones, también llamada la Iglesia de la agonía.


Iglesia de la Agonía

El huerto de Getsemaní es el lugar donde Jesús de Nazaret tuvo que afrontar su miedo más intenso, ya que él sabía lo que le esperaba si las tropas romanas lo capturaban con vida. Su nivel de estrés llego a tal punto que se produjo en su cuerpo la hematidrosis, un sudor sanguíneo que lo cubrió por completo y que le dejo muy débil.




Y llego la hora del prendimiento…


Monte de los olivos



El monte de los Olivos toma su nombre de los olivos que pueblan sus laderas. A los pies están los Jardines de Getsemaní, donde Jesús se hospedó en Jerusalén, según la tradición. El monte de los Olivos es el lugar de muchos eventos bíblicos importantes. Los soldados romanos de la Décima Legión acamparon en el monte durante el sitio a Jerusalén en el año 70 a. C., que llevó a la destrucción de la ciudad.

En él, Jesús realizaba frecuentemente sus oraciones.

Desde este lugar hay una vista maravillosa de la ciudad de Jerusalén y de la cúpula de la Roca. También se puede ver la puerta Dorada, que actualmente esta tapiada. Se dice que esta puerta será el lugar elegido por el mesías de Israel para entrar en el templo.





En el Libro de Zacarías, el monte de los Olivos aparece identificado como el lugar desde el que Dios comenzará a redimir a los muertos al final de los tiempos. Por esta razón, los judíos siempre han intentado ser enterrados en la montaña, y desde los tiempos bíblicos hasta hoy el monte se ha usado como cementerio para los judíos de Jerusalén. Hay aproximadamente 150.000 tumbas en el monte, incluyendo las de muchas figuras famosas como Zacarías

Museo del Holocausto Yad Vashem



Cuando llegas a este lugar sientes en primera persona el dolor del pueblo hebreo, masacrado por demonios alemanes que no sentían compasión por nadie, fueran niños, acianos o mujeres.

El objetivo principal de Yad Vashem es eternizar la memoria de cada una de las seis millones de víctimas del Holocausto para la enseñanza a las generaciones futuras por medio de sus archivos, su biblioteca, su escuela, sus museos y a través del reconocimiento a los Justos entre las Naciones, para que las tragedias y sus terribles escenas no sean jamás olvidadas ni repetidas. Por este motivo, entre otros, Yad Vashem desarrolla un memorial perpetuo, con archivos y relatos, así como también recopila objetos, documentos y testimonios que posteriormente son publicados. También se ocupa de la recopilación de los nombres de las víctimas con el fin de preservar su memoria.




Este museo es un lugar que no os dejara indiferente.




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